AYUDANDO A PERSONAS CON TEA A REGULAR SU ACTIVACIÓN

Una de las principales manifestaciones de los trastornos del espectro autista es el déficit en la autorregulación emocional o la inestabilidad emocional. Se puede manifestar como déficits en la autorregulación del aurosal fisiológico ante emociones intensas, entendiendo aurosal como el nivel de activación cerebral. Así, un niño con un nivel de activación sobreactivado estará alerta todo el tiempo y reaccionará de forma imprevista o exagerada a nuestros ojos, mientras que niveles de activación demasiados bajos llevará al niño al letargo.

En muchas ocasiones, podemos observar, como consecuencia de esta alteración del aurosal, conductas repetitivas que el niño produce de forma compulsiva. Las conductas anormalmente repetitivas podrían considerarse “una de entre las posibles manifestaciones externas de una alteración en los procesos reguladores, debido a razones cognitivas, perceptivas y/o biológicas, de la persona en interacción con su entorno. Esta alteración puede ser pasajera (como en muchos casos en los que se manifiestan conductas repetitivas en personas normales) o más permanentes (como en el caso de las personas con autismo, quienes presentan una alta vulnerabilidad para estas conductas).  (Grupo CEPRI).

Así, la conducta repetitiva debería entenderse como un intento de generar o evitar una estimulación sensorial determinada, en un intento de mantener y autorregular la propia homeostasis. Algunos investigadores sostienen que la RB mitiga el estrés derivado de una sobre estimulación sensorial, y que puede tener una función adaptativa; en este sentido, los niños que puntuaron más alto en RB tenían hasta un 36% menos de nivel de cortisol que los niños que puntuaron más bajo en RB (Gabriels et al., 2013).

Esta característica de las personas con TEA repercute también en el ámbito social. Concretamente, Dawson y Lewy (1989) sostienen que la capacidad de procesar estimulación social en los niños y niñas con autismo puede estar disminuida debido a su novedad, complejidad e impredictibilidad. Estas características ocasionan que “los estímulos sociales puedan ser particularmente elevadores del nivel del arousal y, por tanto, puede que sea más probable que excedan en el niño el umbral mínimo de aversión”.

Ante esta dificultad, la educación es actualmente el mejor procedimiento de intervención. Hay una capacidad de modular y modificar respuestas -emocionales y cognitivas-. Es por tanto una habilidad aprendida -es decir, se puede enseñar- que se va a desarrollando a través de los años.

Este aprendizaje se basa no tanto en la intervención contra la conducta desafiante o problemática (que también), sino a partir de estrategias preventivas enseñar habilidades alternativas y de adaptación del ambiente. O, en otras palabras, la intervención no consiste en remediar las consecuencias cuando la conducta ya ha ocurrido, sino en prevenir la siguiente situación, de modo que en lugar de realizar esa conducta se realice otra adecuada. Para ello, es necesario averiguar qué cauces puede esa persona con TEA utilizar para comunicarse y controlar el entorno, a fin de enseñarle a partir de ellos nuevas formas de interacción.

Este plan de aprendizaje puede configurarse como un programa base, con secuencias fáciles de comprender, de predecir y muy ordenadas. Los limites han de ser muy claros y contaremos con un sistema de refuerzo, tanto positivos cuando el niño hace algo bien como negativos cuando deja de hacerlos. Es muy importante que cuando lleguemos a ponerlo en práctica sepamos qué hacer en todo momento, y conozcamos los precursores que van a desencadenar la conducta problemática. Para ello la mejor forma es  mediante una evaluación previa de la conducta problemática y la programación de todo lo que se va a hacer en cada sesión,  que deberán ser lo suficientemente breves para no llegar a la saturación.

Por último, en esta breve introducción no podemos olvidar que todo el trabajo debe partir de una relación con el niño estable y positiva, sin perder actitud directiva. Por ello es imprescindible dedicar unas cuantas sesiones a construir esa base emocional desde la que podamos desarrollar un aprendizaje.

Fuentes bibliográficas:

Gabriels, R. L., Agnew, J. A., Pan, Z., Holt, K. D., Reynolds, A. y Laudenslager, M. L. (2013). Elevated repetitive behaviors are associated with lower diurnal salivary cortisol levels in autism spectrum disorder. Biological Psychology, 93(2), 262-268. doi: 10.1016/j.biopsycho.2013.02.017

Análisis y propuestas para la intervención en los trastornos del espectro autista. Javier Tamarit. https://mundoasperger.com/2016/02/analisis-y-propuestas-para-la.html

Regulación, autorregulación y otros conceptos relacionados. 
https://mundoasperger.com/2017/07/regulacion-autorregulacion-y-otros.html

La autorregulación en el autismo. https://elsonidodelahierbaelcrecer.blogspot.com/2019/01/la-autorregulacion-en-el-autismo.html#ixzz7CqZGaa1Y

Milagrosa Carillo Fuertes

Maestra – Pedagogía Terapéutica

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