Hacia finales de los años setenta surgió la teoría de que las personas con diagnóstico de Trastorno del Espectro Autista (TEA) procesan y retienen mejor la información si se presenta de forma visual (en contraposición con el procesamiento verbal). Esta característica es importante en todos los ámbitos de intervención de una persona con TEA, ya que puede ayudar tanto a la comprensión de mensajes como al procesamiento mental, y de ahí deriva la importancia de emplear apoyos visuales diariamente. Una de las personas con diagnóstico del TEA que más se ha empeñado en divulgar el procesamiento visual es Temple Grandin. Recomendada visualización de su Charla TED “El mundo necesita todo tipo de mentes”.
Los apoyos visuales pueden ser objetos reales, imágenes de objetos reales o pictogramas. La elección de una u otra opción dependerá siempre del grado de comprensión de la persona con TEA. El uso de dichos apoyos permitirá anticipar qué va a ocurrir, prever cambios en la organización del día, generar autonomía en los distintos entornos donde se desenvuelva el chico/a, así como emplear los apoyos visuales como un sistema alternativo y/o aumentativo de comunicación (SSAACC) mediante el intercambio de imágenes.
Los SAAC son instrumentos de intervención logopédica o educativa destinados a personas con alteraciones diversas de la comunicación o lenguaje, y cuyo objetivo es la enseñanza, mediante procedimientos específicos de instrucción, de un conjunto estructurado de códigos no vocales, necesitados o no de soporte físico, que permiten funciones de representación y que sirven para llevar a cabo actos de comunicación (funcional, espontánea o generalizable), por sí solos o en conjunción de códigos vocales, o como apoyo parcial a los mismos o en conjunción con otros códigos no vocales (Sotillo, 2001). Se diferencian entre sistemas sin ayuda (no necesitan ningún elemento físico externo al emisor de dicho código para realizarlo, como la lengua de signos) o sistemas con ayuda (requieren un apoyo físico, material, ayuda exterior independiente del emisor, como el Braille).
Además, se diferencia entre aumentativos o complementarios (comunicarse como complemento a vocalizaciones hasta que se adquiere habla funcional) o alternativos (si nunca se adquiere el lenguaje oral).
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Uno de los SAAC más utilizado en alumnado con TEA es el PECS (sistema por intercambio de imágenes, por sus siglas en inglés: Picture Exchange Communication System). El PECS es un sistema aumentativo alternativo de la comunicación basado en el intercambio de pictogramas. Va dirigido a niños de todas las edades con diferentes perfiles cognitivos y físicos y de la comunicación, y especialmente a niños/as con diagnostico de TEA.
El objetivo es enseñar una comunicación funcional y efectiva, aportando independencia al individuo en su vida cotidiana.
Las ventajas que presenta son:
– Fomenta la comunicación funcional y el habla.
– Promueve la comunicación independiente.
– Se obtienen resultados positivos en todos los rangos de edad.
– Es fácil de usar.
– Usa materiales simples de diseñar y de bajo coste.
– Requiere mínima habilidad motora, con requisito del uso de extremidades superiores.
Por otro lado, presenta algunos inconvenientes como que es un material pesado para transportar, supone una comunicación lenta, es preciso un entrenamiento previo y puede conllevar a errores por interpretar de forma subjetiva algunos pictogramas.
El PECS se compone de 6 fases. FASE 1. “Cómo comunicarse”: se comienza el intercambio de imágenes. FASE 2. “Distancia y persistencia”: generalización del uso de los pictogramas. FASE 3. “Discriminación de imágenes”: elección de imágenes. FASE 4. “Estructura de la oración”: construcción de oraciones simples. FASE 5. “Peticiones en respuesta”: aprender a responder preguntas y FASE 6. “Comentario”: aprenden a comentar preguntas más generales y a realizar oraciones más complejas.
Además del PECS, otro de los sistemas más generalizados (tanto en ámbito educativo, clínico como familiar) es el uso de agendas visuales para niños y niñas con TEA.
Las agendas visuales sirven para informar sobre la rutina diaria: qué se va a hacer en cada momento del día y por cuánto tiempo. Se debe tener siempre a vista, para poder ir revisando las actividades que acaban y que comienzan. Todo ello ayuda a estructurar el tiempo de forma visual, controlar el tiempo y favorecer la orientación temporal y así reducir los niveles de ansiedad que pueden sufrir las personas con TEA, ofreciendo un entorno controlado y predecible.
Una de las principales características que deben tener las agendas visuales es la ADAPTACIÓN a las peculiaridades del niño/a que va a usarla. No todas valen para todas. Un factor a tener en cuenta para diseñarlas es la capacidad de abstracción simbólica (por lo que habrá que hacer una evaluación exhaustiva de este aspecto).
Así, de menor a mayor capacidad de abstracción, se pueden diferenciar:
1. Agenda de objeto real.
2. Agenda de foto real.
3. Agenda de pictogramas.
4. Agenda escrita.
Debido a que la diversidad es una de las características más peculiares de la condición humana y se extiende a todos los ámbitos, es necesaria una búsqueda incesante de recursos que atiendan a dicha diversidad, y en última instancia, aumenten el bienestar de las personas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Sotillo, M. (2001). Sistemas alternativos de comunicación. Madrid: Editorial Trotta. https://www.pecs-spain.com
Bondy, A. (2001). Pecs: potential benefits and risks. The Behavior Analyst Today, 2, 127-132.