LA INTEGRACIÓN SENSORIAL EN EL TEA

No es infrecuente observar en un aula que acoja a un alumno con trastorno del espectro autista, que en ocasiones su estado anímico cambia de forma brusca sin aparente motivo. Sin embargo, este motivo está siempre presente, aunque en principio no sea fácil de identificar. Puede tratarse de un ruido, las voces de sus compañeros y compañeras, el arrastrar de una mesa o una silla, o el simple roce de sus calcetines o camiseta sobre la piel. En cierta ocasión conocí a un niño que no podía controlar sus emociones ante la escucha de canciones, desbordándole una intensa angustia que desembocaba frecuentemente en ataque de pánico si no era retirado de la situación que lo provocaba. En otras ocasiones encontramos chicos que parecen no sentir dolor alguno, no dejando de asombrarnos su reacción, o más bien, ausencia de esta, ante una caída o golpe.

Estamos hablando de las hiper e hiposensibilidades dentro del TEA. Estas consisten en un aumento (hiper) o una disminución (hipo) la capacidad de percepción e integración sensorial, más frecuentemente la auditiva y la nociceptiva o percepción del dolor físico.

Cada persona TEA, como sabemos, es muy distinta a las demás, por lo que no existen patrones estándar en estos aspectos. Una persona puede mostrar un rango de sensibilidad infinitamente diferente a la de otra, ya sea por debajo (hipo) o por encima (hiper) del rango común. Esto se materializa en comportamientos muy distintos.

«Podemos encontrar niños/as cuyo comportamiento sea desorganizado, demasiado activo e impulsivo, o todo lo contrario, aparentemente cansado y con bajo tono muscular. Otros niños/as pueden rechazar el juego con iguales porque le molesta que le toquen de forma inesperada, y otros sin embargo necesitar demasiado el contacto físico y tener un juego demasiado brusco.» («Los problemas sensoriales en el Autismo y su impacto en la vida diaria», Doble Equipo Valencia).

Todavía es objeto de controversia la causa o raíz de esta anormalidad sensorial. La Teoría de la Integración Sensorial (IS) fue desarrollada por la Dra. Jean Ayres (Terapeuta Ocupacional, doctora en Neurociencias y psicóloga), que durante los años 60 publicó sus primeros estudios sobre trastornos perceptivos y sensoriales presentados en niños con déficit de aprendizaje (Ayres, 1965). Los sentidos nos acercan la información acerca de nuestro propio cuerpo y del entorno, y el cerebro, se encarga de organizar todas estas sensaciones, localizarlas, clasificarlas y ordenarlas. Cuando todo esto funciona de forma adecuada, el cerebro forma percepciones, comportamientos y aprendizajes. Cuando algo falla en este proceso, ocurre la desintegración sensorial.

La teoría que actualmente cuenta con más fuerza es la de la Dra. en neurobiología Nadine Gogolla, quien postula una afectación en la ínsula, una estructura del cerebro implicada en funciones complejas como la comunicación, el comportamiento social y la conciencia de uno mismo a través de la integración de la información emocional, social y cognitiva. (Nadine Gogolla, A. Takesian, Guoping F, Michela Fagiolini, Takao K. H, 2014). Según un artículo publicado por Pilar Quijada, Licenciada en Biología (UAM) y Psicología (UNED), siguiendo la teoría de la Dra. Gogolla, en la experimentación con animales (ratones con comportamientos TEA) se ha obtenido como resultado que hay un desequilibrio dentro de la ínsula en cuanto a conexiones neuronales de excitación y de inhibición. En otras palabras, un solo estímulo sensorial (ej. un ruido) provoca una respuesta tan intensa (hipersensibilidad auditiva), que por más que se añada otro estímulo (ej. el tacto), este no es procesado. Es decir, un solo estímulo puede saturar todo el sistema. Así, las alteraciones en esta estructura se asocian a muchos trastornos psiquiátricos, como ansiedad, depresión, adicción y también los trastornos del espectro autista (TEA). (Quirk, N.J., DiMatties, M.E., 1990)

Estos avances en investigación son bastante recientes, y aun hoy, existe un gran desconocimiento e incomprensión sobre estas peculiaridades. Tal como decía Temple Grandin “Tanto profesionales y no profesionales han ignorado los aspectos sensoriales porque simplemente no pueden imaginar que existe una realidad sensorial alternativa y no la han experimentado personalmente…. Este tipo de percepción limitada, sin embargo, no ayuda a las personas que tienen realmente estas dificultades en sus vidas. Incluso si no lo entienden a nivel personal, es hora de que abandonen sus ideas sobre esto” (testimonio tomando del curso Sintiendo el Autismo).

Llevando esta base teórica a la práctica, y a fin de divulgar resumidamente los comportamientos que denotan esta alteración del comportamiento en niños y niñas con TEA, y que incluso, pudiera darnos la pista para un posible diagnostico, apuntamos los más frecuentes:

Respecto a la Hiposensibilidad sensorial:

  • Suelen preferir con juguetes que emiten sonidos, realizan ruidos muy fuertes como golpear objetos, cerrar puertas, aplaudir…
  • Les encanta las luces, las piezas y descomponer en partes
  • Sienten estímulos con un menor grado de intensidad, como la temperatura del agua, golpes, heridas. El umbral del dolor lo tienen muy alto.
  • Pueden ignorar olores fuertes
  • Pueden correr, generalmente en círculos, caminar alrededor de un objeto…
  • Incapacidad para descifrar dónde están los objetos, solo ven sus contornos.
  • Mirar fijamente al sol o a las luces brillantes sin mostrar incomodidad
  • Mover los dedos, su mano, u objetos en frente de sus ojos
  • Le gusta las muchedumbres, el tráfico…
  • Se embadurna y juega con los excrementos, con barro, tierra…
  • Puede ser propenso a autolesionarse.
  • Escasa reacción al dolor y a la temperatura.

Por su parte, la hipersensibilidad sensorial puede provocar:

  • Sobresalto ante ruidos comunes como el secador, aspiradora, secadora, trenes, teléfono…
  • Evitar los espacios muy concurridos.
  • Les molestan las luces brillantes como los fluorescentes, el sol…
  • Sienten los etiquetas de la ropa, les causa mucho malestar el roce de los calcetines, los zapatos…
  • Rechazan cortarse el pelo, las uñas
  • Rechazan los alimentos con texturas diferentes
  • Come poco, usa la punta de la lengua para probar la comida, vomita con facilidad, tiene preferencia por ciertos tipos de comida.
  • Determinados olores cotidianos, como perfumes, jabones, les causa un fuerte rechazo
  • No quiere que le toquen, no tolera la ropa nueva, no quiere llevar zapatos,
  • Reacciona exageradamente ante el calor, frío y dolor.
  • No soporta estar sucio.
  • Puede Presentan dificultades en la motricidad fina.
  • Mira constantemente partículas diminutas
  • No le gusta la oscuridad
  • Su sueño es muy ligero
  • Puede ser asustadizo con los animales.
  • No le gusta que le corten el pelo
  • Puede hacer ruidos para evitar escuchar otros que le molestan.

Saber identificar los signos de la hipersensibilidad sensorial o hiposensibilidad sensorial nos ayudará a preparar una mejor intervención, a reducir estereotipias, conductas problemáticas y a mejorar la calidad de vida de nuestros pequeños.

No hay que olvidar que el trastorno en el procesamiento sensorial (hiper o hipo) es frecuentemente la raíz de problemas de aprendizaje, conducta y coordinación motriz en niños, pudiendo afectar al desarrollo global: social, cognitivo, a las habilidades de cuidado y autonomía personal y a la comunicación.

BIBLIOGRAFÍA

–  Quirk, N.J. & DiMatties, M.E. (1990). The relationship of learning problems and classroom performance to sensory integration. Haddonfield.

–  Zandt, F.; Prior, M.; Kyrios, M. (2007) Repetitive Behaviour in Children with High Functioning Autism and Obsessive Compulsive Disorder. J Autism Dev Disord 37:251– 259

–  Nadine Gogolla, A. Takesian, Guoping F, Michela Fagiolini, Takao K. H (2014). Sensory Integration in Mouse Insular Cortex Reflects GABA Circuit Maturation. Neuron, Volume 83, Issue 4

–  Grupo de Estudio de Trastornos del Espectro Autista. Instituto de Investigación de Enfermedades Raras. Instituto de Salud Carlos III.

–  Comportamiento repetitivo en niños con autismo de alto funcionamiento y trastorno obsesivo compulsivo. Zandt, F.; Prior, M.; Kyrios, M. (2007) Repetitive Behaviour in Children with High Functioning Autism and Obsessive Compulsive Disorder. J Autism Dev Disord 37:251–259

–  Hipersensibilidad sensorial, comportamiento repetitivo y otros síntomas del autismo: https://www.mundoasperger.com/2011/02/hipersensibilidad-sensorial.html

–  Doble equipo. Los problemas sensoriales en el Autismo y su impacto en la vida diaria. https://dobleequipovalencia.com/problemas-sensoriales-autismo-consejos/

Milagrosa Carillo Fuertes

Maestra – Pedagogía Terapéutica

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